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Transparencia a puerta cerrada

Se ha intentado hacer a espaldas de la ciudadanía, pero no se ha conseguido. La comparecencia del Presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ante el Congreso de los Diputados iba a ser a puerta cerrada, sin testigos, pero no lo ha sido. Todo un éxito para la democracia y para la transparencia.

Un éxito, sí, pero a pesar de la Presidencia del Congreso. Se intentó por todos los medios evitar que las palabras de Draghi trascendieran, pero gracias a determinados parlamentarios (principalmente, Joan Coscubiela y Alberto Garzón) que anunciaron su intención de sortear el veto tuiteando lo que pasara e incluso emitiendo la sesión en “streaming” desde sus teléfonos móviles, estuvo claro que la cosa no iba a quedar así.

Ante semejante muestra de rebeldía, la Presidencia del Congreso ha optado por la línea dura: prohibir no sólo la presencia de medios de comunicación e incluso la de taquígrafos, desterrar la posibilidad de que se levantara acta de la sesión y, como colofón, activar inhibidores para bloquear la transmisión de datos desde teléfonos móviles. Todo un apagón informativo. O una sutil puñalada al Estado de Derecho.

Lo más llamativo es que el propio BCE sí ha publicado una transcripción completa de la intervención (y Mario Draghi ha dicho en los medios que a él no le habría importado que la comparecencia fuera pública). Así que la responsabilidad no proviene del BCE, sino de la Presidencia del Congreso.

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Quizá habría sido bueno que esa Presidencia supiera lo que es el “Efecto Streisand”: cuando se intenta prohibir algo, normalmente lo que se consigue es darle mayor visibilidad. Es lo que pasó ayer con la comparecencia secreta del Presidente del BCE, que saltó a las redes sociales bajo la etiqueta #OpenDraghi. Especialmente cuando los parlamentarios rebeldes lograron sacar por la puerta de atrás vídeos de la comparecencia que habían realizado a escondidas.

Los vídeos, que quizá no habrían tenido la mayor trascendencia y tal vez nadie habría visto si todo se hubiera hecho con claridad, han corrido por internet y ahora son noticia… precisamente por la censura aplicada. Esa misma censura ha logrado lo contrario de lo que buscaba: la sesión secreta de Draghi es ahora un tema de interés público del que todos podemos hablar incluso mientras vemos las grabaciones.

Así que, como decíamos, ha sido un éxito… aunque no gracias a nuestros gobernantes, a los que todavía les asusta todo lo que huela a transparencia.

Sí, les asusta. Lo que han hecho, en realidad, es de lo más discutible desde el punto de vista ético. Sobre todo viniendo de quienes se llenan la boca hablando de grandes ejercicios de transparencia y nos intentan colar una “Ley de Opacidad” con otro nombre.

Y si es discutible moralmente, también lo es desde el punto de vista legal. Es cierto que el Presidente del Congreso puede decidir si las sesiones son grabadas o no. Así lo dice el Reglamento del Congreso en su artículo 98.3. Pero también es cierto que ese mismo Reglamento, en su artículo 96.2, ordena que se guarde acta de absolutamente todas las sesiones. De todas. ¡Incluso de las secretas! Un requisito que es esencial en un Estado de Derecho, porque precisamente sirve para controlar lo que hacen nuestros cargos electos. Pero es un requisito del que prescindieron ayer. Según el parecer del Presidente de las Cámaras, la comparecencia de Draghi tenía más valor legal incluso que una sesión secreta del Congreso. Ni taquígrafos ha dejado.

Sea como sea, la censura que se ha aplicado es injustificable. ¿Por qué era necesario tanto secreto? ¿Por qué la ciudadanía no debe saber lo que pasa en las Cámaras? ¿No trabajan acaso en ellas nuestros representantes, a los que hemos otorgado una cierta confianza con nuestro voto (que en cualquier momento podemos retirar)? ¿No les molesta tanto a los políticos profesionales el grito de “no nos representan”? ¿Por qué entonces no podemos oír lo que dicen… o lo que les ordenan desde el BCE?

Si Mario Draghi quiere venir y comparecer ante el Poder Legislativo español, por supuesto, que venga. Es más, teniendo en cuenta la manera que tiene el BCE de imponer medidas económicas a los Estados, lo mínimo es escuchar sus argumentos en un edificio -el Congreso- que debe ser el altavoz del pueblo soberano.

Pero si Mario Draghi decide venir, que la Presidencia del Congreso cumpla las reglas. Con transparencia y claridad, dejando que oigamos sus palabras. Porque si no, pensaremos que se tiene algo que ocultar. Y nos preguntaremos qué es.

Fabián Plaza Miranda

Eleccions a la Baixa Saxònia

Versió en català. Versión en castellano. Original, en gallec.


Diumenge passat dia 20 es van celebrar eleccions al Land alemany de Baixa Saxònia. Els Pirates locals tenien les esperances posades a traspassar el llindar del 5% dels vots, cosa que els garantia l’entrada al parlament. L’expectació era enorme, sobretot després dels èxits aconseguits pel Moviment Pirata alemany, que ja compta amb presència parlamentària als Länder de Berlín, Sarre, Schleswig-Holstein y Renania del Nord-Westfalia.

Comptant amb la col·laboració més o menys directa d’aproximadament 3.000 afiliats, els Pirates de Baixa Saxònia van organitzar onze llocs d’informació per tot el Land, cinc d’ells a la ciutat de Hanóver. Va ser una campanya imaginativa – encara que no tant com a les que ens té acostumats el Piratenpartei – que va incloure “l’assalt” de cartells electorals aliens, piratejats amb una tira en la qual es llegia: “… o vota Pirata”. Van vestir la ciutat de taronja amb pancartes gegants, recordant la importància de votar Pirata per tal de canviar les coses. Era la primera vegada que aquest Land comptava amb Pirates anant a l’abordatge, i tot esforç es va considerar poc.

A la festa de final de campanya, celebrada a una discoteca local, tothom estava pendent de les dades que anaven sortint per les dues pantalles gegants col·locades a aquest efecte. Mentre esperaven els resultats, diversos candidats eren entrevistats a l’escenari instal·lat. La televisió local també va voler fer-se ressò de l’expectació i va enviar-hi a diversos periodistes.

Els primers resultats van caure com un doll d’aigua freda. El Partit Pirata de Baixa Saxònia rondava el 2% dels vots, lluny d’aconseguir el 5% que precisava per fer-se un lloc al parlament. Les cares dels assistents no amagaven la decepció per l’esdevingut. El resultat final (del 2,1% dels vots) va deixar una sensació agredolça, ja que malgrat no ser suficient per aconseguir escons, sí que ho era per aconseguir finançament estatal, cosa que sens dubte els Pirates de Baixa Saxònia aprofitaran en la seva propera lluita electoral.

Coincidint amb la campanya, es va celebrar a Hanóver un taller internacional sobre organització de campanyes electorals. Van anar-hi pirates de diversos llocs del món: Suècia, Països Baixos, Bèlgica, Nova Zelanda, Romania, França, República Txeca … També van arribar pirates alemanys d’altres Länder, que havien anat a Hanóver amb la intenció de col·laborar en la campanya electoral. Es va comptar també amb la presència i participació d’algun representant pirata del parlament de Renania del Nord-Westfalia.

A aquest grup es va unir en Fabián Plaza, per tal d’aprendre tant com li fos possible i estrènyer llaços internacionals, i informar als assistents de les idees de cooperació entre pirates que hi ha a les diferents zones del territori espanyol. Va resultar interessant en aquest sentit descobrir que algunes de les iniciatives hispanes (des de la xarxa Parents2Parents fins al vídeo “Pirata.cat Z“) ja eren ben conegudes i elogiades.

En un ambient relaxat i informal, tots els assistents van compartir idees de campanya i van buscar maneres de cooperar més en el futur.


El pasado domingo día 20 se celebraron elecciones en el Land alemán de Baja Sajonia. Los Piratas locales tenían las esperanzas puestas en traspasar la umbral del 5% de los votos, cosa que les garantizaba la entrada en el parlamento. La expectación era enorme, sobre todo después de los éxitos alcanzados por el Movimiento Pirata alemán, que ya cuenta con presencia parlamentaria en los Länder de Berlín, Sarre, Schleswig-Holstein y Renania del Norte-Westfalia.

Contando con la colaboración más o menos directa de aproximadamente 3.000 afiliados, los Piratas de Baja Sajonia organizaron once puestos de información por todo el Land, cinco de ellos en la ciudad de Hanóver. Fue una campaña imaginativa – aunque no tanto como a las que nos tiene acostumbrados Piratenpartei – que incluyó el “asalto” de carteles electorales ajenos, pirateados con una tira en la que se leía: “… o vota Pirata”. Vistieron la ciudad de naranja con enormes pancartas, recordando la importancia de votar Pirata para cambiar las cosas. Era la primera vez que este Land contaba con Piratas yendo al abordaje, y todo esfuerzo se consideró poco.

En la fiesta de final de campaña, celebrada en una discoteca local, todo el mundo estaba pendiente de los datos que iban saliendo por las dos pantallas gigantes colocadas al efecto. Mientras esperaban los resultados, varios candidatos eran entrevistados en el escenario instalado. La televisión local también quiso hacerse eco de la expectación y envió a varios periodistas.

Los primeros resultados cayeron como un chorro de agua fría. El Partido Pirata de Baja Sajonia rondaba el 2% de los votos, lejos de alcanzar el 5% que precisaba para hacerse un hueco en el parlamento. Los rostros de los asistentes no escondían la decepción por lo acontecido. El resultado final (del 2,1% de los votos) dejó una sensación agridulce, ya que a pesar de no ser suficiente para conseguir escaños, sí que lo era para lograr financiación estatal, cosa que sin duda los Piratas de Baja Sajonia aprovecharán en su próxima lucha electoral.

Coincidiendo con la campaña, se celebró en Hanóver un taller internacional sobre organización de campañas electorales. Acudieron piratas de diversos lugares del mundo: Suecia, Países Bajos, Bélgica, Nueva Zelanda, Rumanía, Francia, República Checa … También llegaron piratas alemanes de otros Länder, que habían ido a Hanóver con la intención de colaborar en la campaña electoral. Se contó, así mismo, con la presencia y la participación de algún representante pirata del parlamento de Renania del Norte-Westfalia.

A este grupo se unió Fabián Plaza, para aprender tanto como le fuese posible y estrechar lazos internacionales, e informar a los asistentes de las ideas de cooperación entre piratas que hay en las distintas zonas del territorio español. Resultó interesante en este sentido descubrir que algunas de las iniciativas hispanas (desde la red Parents2Parents hasta el exitoso vídeo “Pirata.cat Z“) ya eran bien conocidas y elogiadas.

En un ambiente relajado e informal, todos los asistentes compartieron ideas de campaña y buscaron maneras de cooperar más en el futuro.

La transparencia, la corrupción y Artur Mas

La semana pasada tuvimos conocimiento, a través de informaciones publicadas en el diario “El Mundo”, de una noticia según la cual existiría -caso de confirmarse los datos- una trama de comisiones ilegales que habrían ido a parar a cuentas del President Artur Mas y su familia, así como al entorno de Jordi Pujol.

De inmediato, el President Mas ha respondido asegurando que tales afirmaciones son falsas y que entablaría las acciones judiciales que estime oportunas.

Desde Pirates de Catalunya creemos que es una lástima que altos cargos de la Administracion se vean salpicados por escándalos de corrupción. Especialmente en mitad de una campaña electoral en la que se decide si esos altos cargos son las personas más adecuadas para gobernar Cataluña.

Ahora bien, entendemos que si existiera la transparencia gubernamental que nosotros defendemos, nada de esto habría ocurrido. El Sr. Mas no habría tenido que defenderse de ninguna acusación… porque la ciudadanía sabría a ciencia cierta dónde está cada céntimo de euro de los presupuestos o cómo se contrata desde las Administraciones.

Con transparencia, en otras palabras, no habría corrupción.

Por desgracia, nuestro sistema dista mucho de ser transparente. Ni siquiera con la aprobación de una Ley que -al menos en nombre- se suponía que iba a aportar transparencia… pero que en realidad ha resultado ser un maquillaje sin auténticos efectos jurídicos.

A día de hoy, no sabemos con claridad en qué se gasta el dinero público. A día de hoy, ignoramos de manera detallada qué patrimonio tienen nuestros políticos antes y después de ocupar un cargo público. A día de hoy, no sabemos con quién se reúnen los altos cargos de la Administración, o de qué temas hablan. A día de hoy, no sabemos quién vota qué o quién propone qué en los Consejos de Ministros o en las reuniones de Consellers.

A día de hoy, vivimos en la más absoluta opacidad gubernamental. Por eso surgen acusaciones como esa de la que ahora tiene que defenderse Artur Mas en mitad de una reñida campaña electoral.

La corrupción necesita opacidad para sobrevivir, y nuestro sistema jurídico ofrece toda la que los corruptos necesitan.

Opacidad para contratar en la sombra, para que nadie sepa el auténtico coste de los proyectos gubernamentales, para que desconozcamos quién se beneficia económicamente de ellos y por qué.

El Sr. Mas no puede quejarse, pues, de que fruto de esta opacidad salgan acusaciones. Si el sistema fuera verdaderamente transparente, nadie recibiría acusaciones de corrupción. Nadie salvo quien fuera culpable de ella sin duda alguna. Pero el sistema no es transparente. Y no lo es por culpa de quienes durante décadas han tenido el poder… y nada han hecho para cambiar el “statu quo” jurídico.

Quizá va siendo hora de llevar a cabo el cambio de sistema que propugna Pirates de Catalunya. Una nueva forma de entender política que tenga como pilar la más amplia de las transparencias.

Es la mejor manera de acabar, de una vez por todas, con la corrupción. Y en tiempos de crisis, esto no solo es adecuado sino imprescindible. No estamos pidiendo nada del otro mundo. De momento, con una legislación semejante a la que existe en el resto de países de la UE nos conformaríamos.

Fabián Plaza Miranda

No estamos en el siglo XVIII

Si preguntamos por ahí, lo más probable es que nos digan que estamos en el siglo XXI. Pero parece que nuestras instituciones estatales y toda la función pública en su conjunto hayan quedado anclados muy lejos en el tiempo. No se trata de que todavía no conozcan internet, las redes sociales, los certificados digitales… es que, si apuramos, a duras penas conocen el fax.

Totalmente cierto. En la Administración de Justicia, por ejemplo, no admiten escritos enviados por fax si posteriormente no se acompaña el original (que pone exactamente lo mismo) con un viaje en persona al Juzgado. Del correo electrónico, mejor ni hablamos.

También existen costumbres tan anacrónicas como la notificación por edictos. Esto se hace cuando es difícil encontrar a una de las partes citadas; en ese caso, la resolución se notifica a dicha parte… poniéndola en la pared del Juzgado durante un tiempo. Así, colgar una resolución judicial en un panel de corcho equivale a notificarlo a todos los ciudadanos españoles. Como lo oyen ustedes.

O las fotocopias compulsadas. No basta con hacer una copia de algo y presentarlo ante la Administración. Un escriba de Palacio tiene que poner un sello para asegurarse de que ninguna brujería ha hecho que la fotocopia sea diferente del original.

"I'm sorry, are you from the past?" - Roy (The IT Crowd)

Los ejemplos son, por desgracia, casi inacabables. Pero donde la herida es más sangrante y dolorosa es en la más importante institución democrática: los partidos políticos.

Por qué la transparencia ayuda a la economía

La transparencia es uno de los pilares de la ideología Pirata. Creemos que la información debe ser pública y fácilmente accesible, incluyendo en especial la información que haga referencia a las cuentas públicas. Este principio básico del funcionamiento Pirata puede ser de gran ayuda a la hora de solucionar los problemas económicos del Estado.

Pensemos para empezar que la transparencia supone un cambio radical dentro del propio sistema. Este cambio dificulta la aparición de determinadas ineficiencias que hoy en día lastran algunas economías mundiales (en concreto la de nuestro país).

Un caso bastante claro de ver es el de la corrupción política. Actualmente no es inusual ver a políticos de casi cualquier ideología lucrándose de manera ilícita con la actividad pública. Por desgracia, podemos pensar sin demasiada dificultad en unos cuantos ejemplos que pueblan nuestras hemerotecas.

La corrupción existe por la falta de transparencia. Un político que pueda gestionar cuentas públicas sin demasiado control es un político expuesto al riesgo de la corrupción. Sin transparencia, puede resultar difícil demostrar que un político ha percibido incrementos no justificados de su patrimonio a cambio de conceder ventajas arbitrarias a particulares. Los recursos públicos que no gozan de total transparencia pueden ser derivados a fines ineficientes sin que nadie sepa que esto ocurre.

Aplicando la ideología Pirata de transparencia, estas circunstancias no podrían tener lugar. Veamos cómo funcionaría la actividad pública en un sistema que siguiera el ideario de Pirates de Catalunya.

Europa necesita el referéndum griego

El primer ministro griego, Yorgos Papandreu, ha anunciado estos días que someterá a referéndum el acuerdo adoptado con la Unión Europea sobre el rescate de la economía helena. De inmediato, muchas voces se han alzado en los distintos medios de comunicación para criticar la postura de Papandreu y, como viene siendo habitual en estos lances, los omnipresentes “mercados” han reaccionado con estallidos de pánico.

Los detractores de la decisión de Papandreu opinan que pone en riesgo no solo la continuidad de la economía griega, sino incluso la mismísima zona euro. Y le afean el que haya adoptado unilateralmente esta medida cuando ya se había llegado a un acuerdo (por definición complejo) en las instancias europeas. Acuerdo que, para más señas, suponía importantes sacrificios para Francia y Alemania en la forma de quita parcial de la deuda.

Sin embargo, quizá nos estamos equivocando aquí de debate. Nadie discute la existencia de una grave crisis económica. Todos, salvo quizá los especuladores de turno, deseamos que la misma termine cuanto antes. Nadie desea ver a Grecia en la bancarrota (de nuevo, salvo quizá los sospechosos habituales).

No nos centremos, pues, en un falso debate del tipo “si no estás conmigo estás contra mí”. No es eso lo que se debería discutir. Lo importante es que un líder político, ante unas medidas que van a afectar -y mucho- a la vida de sus ciudadanos, ha optado por preguntar a quienes más van a sufrir esas medidas si les parecen bien o no. Grecia, cuna de la democracia, no ha hecho sino lo que está en su tradición milenaria: consultar al pueblo.

Tradicional vs. Pirata

Los políticos tradicionales solo quieren escucharte cada cuatro años. Los Piratas te escuchan cada día.

Los políticos tradicionales no quieren que sepas de dónde sale o en qué se gastan el dinero. Los Piratas te lo dicen abiertamente.

Los políticos tradicionales utilizan métodos del siglo XIX. Los Piratas crean soluciones a través de las nuevas tecnologías.

Los políticos tradicionales hacen reformas legales y constitucionales a tus espaldas. Los Piratas quieren que tú participes directamente en esas reformas.

Los políticos tradicionales te castigan por compartir cultura. Los Piratas opinan que la cultura es un derecho básico para el avance de la sociedad.

Los políticos tradicionales dependen de los bancos, pues reciben su dinero. Los Piratas solo dependen de las donaciones de sus simpatizantes y afiliados.

Los políticos tradicionales están sometidos a la jerarquía vertical del partido. Los Piratas actúan de manera horizontal; todos son iguales y se escucha la voz de todos.

Los políticos tradicionales quieren que les votes. Los Piratas quieren que te votes a ti mismo.

Los políticos tradicionales te dicen lo que debes pensar. Los Piratas te preguntan qué piensas.

Los políticos tradicionales están perdiendo la confianza del electorado. Los Piratas cada vez están más presentes en los Parlamentos del mundo.

Fabián Plaza Miranda

El partido de los milagros

Hubo un tiempo en que decían que la ideología Pirata era friqui. Pensaban que se trataba de algo que tenía que ver con ordenadores más que con el mundo real. No sabían lo que significaba la democracia directa. Creían que la transparencia gubernamental era una utopía.

Decían que sería un milagro que esta ideología cuajara en algo tangible.

Entonces nació Pirates de Catalunya. Y con solo cincuenta y cinco días de edad se atrevió a enfrentarse a los grandes partidos en unas elecciones autonómicas. Casi nadie conocia a los Piratas, la presencia mediática que tenían era exigua y su presupuesto no llegaba para cubrir los gastos de una cena de alguno de los partidos mayoritarios.

Iba a ser un milagro que PIRATA.CAT lograra algo.

La sorpresa vino a la hora de hacer los recuentos. Ese partido casi desconocido, sin dinero y que acababa de nacer cincuenta y cinco días antes logró nada menos que sacar una importante ventaja en votos a uno de los grandes: UPyD. Ni el hecho de que el partido de Rosa Díez saliera en todas las televisiones, ni el que tuvieran mucho más presupuesto, ni el que existieran desde hacía más tiempo influyó.

Pirates de Catalunya logró el milagro de adelantar a un partido grande en sus primeras elecciones.

Se acercaron las elecciones municipales y algunos dijeron que el resultado no mejoraría, que la ideología Pirata era flor de un día y que se demostraría entonces.

Iba a ser un milagro que PIRATA.CAT repitiera su éxito.
Tenían razón. No lo repitió: lo mejoró. Tras las elecciones, por primera vez en España, dos concejales arribaban a puerto ondeando la bandera Pirata.

Poco antes, los grandes partidos (concretamente, PSOE, PP y CiU) habían decidido poner freno a esa ola de cambios que significaban los nuevos grupos políticos. En Enero reformaron la Ley Electoral y obligaron a esos partidos a conseguir avales para tener el aparente privilegio de presentarse a unas elecciones democráticas. Avales que, por supuesto, los grandes partidos quedaban exentos de conseguir. La Ley no era igual para todos.

Por si aquello no fuera poco, el Reglamento de la reforma fue postergado hasta el último momento, dejando a los nuevos partidos en la incertidumbre de qué requisitos legales debían cumplir, dejándolos sin margen de maniobra. Y cuando finalmente se publicó el Reglamento, todavía tardaron una semana más en publicar las hojas oficiales de recogida de avales. Y dos semanas más en aclarar de qué manera se podía recoger firmas electrónicas.

No había tiempo: había que lograr miles de firmas en apenas veinte días. La vía parlamentaria iba a quedar cerrada para los nuevos partidos.

Iba a ser un milagro que PIRATA.CAT consiguiera los avales.
Pues no solo los consiguió. ¡Superó con creces el número exigido! Todo ello, además, permitiendo por convicción democrática que otros partidos nuevos usaran su plataforma YoAvalo para recoger firmas (cosa que, en teoría, perjudicaba a Pirates de Catalunya, ya que cada persona que avalara a otro partido era una persona que no podía avalar a PIRATA.CAT).

¿Cómo es esto posible? Evidentemente, si estuviéramos ante un partido de ideología friqui o alejada de la realidad, nada de esto habría ocurrido. Si Pirates de Catalunya cosecha éxitos en cada proceso electoral al que se presenta, algo habrá en su ideario político. Algo tiene que hacer que el número de votantes de este partido aumente cada día.

Con toda probabilidad, ese “algo” se resume en los pilares básicos de la ideología Pirata: democracia directa, transparencia gubernamental, defensa de los derechos fundamentales y libre acceso a la cultura.

Eso no es friqui; es de sentido común. Y no puede estar más cercano a la realidad de lo que el mundo necesita. Por eso el credo Pirata triunfa en todo el planeta. Por eso hay dos Europarlamentarios Piratas en este momento. Por eso en el Parlamento de Berlín lograron el 9% de los votos y 15 representantes nada menos. Por eso el Partido Pirata alemán tiene también 50 regidores en Baja Sajonia, de los 150 totales. Por eso cuenta ya también con 3 regidores en Suiza. Por eso ha habido incluso un miembro del Gobierno de transición tunecino perteneciente al Partido Pirata.
Porque la ideología Pirata propone el cambio político que el mundo necesita ahora.

Superados los arrecifes de la barrera de avales, Pirates de Catalunya navega con viento en popa hacia las elecciones del 20-N. Muchos dicen, cada vez con la boca más pequeña, que la ideología Pirata no llegará tan lejos.

Dicen, casi temblando, que será un milagro que PIRATA.CAT logre representación parlamentaria.

Y los Piratas sonríen. Porque están acostumbrados a vivir rodeados de milagros.

Fabián Plaza Miranda

Reunión (Yes we camp!)

– ¡Despierta, perezoso!
Lo primero que vio el niño fue la cara sonriente de su madre, oliendo a flores. Se frotó los ojos mientras se acostumbraba a la luz que poco a poco entraba por la ventana polarizada. Después, para demostrar que no era ningún perezoso, se incorporó.
En realidad tenía ganas de despertarse. Era el día de la reunión. Le gustaba la reunión.
Como era un chico grande, casi seis años ya, su madre dejó que se preparara solo. Se levantó para ir a lavarse y, cuando casi había salido de su habitación, recordó algo de repente. ¡Su madre siempre le decía que ordenara su cuarto antes de salir! Aquel día tenía ganas de portarse bien, de modo que lo hizo.
– Hogar, limpieza -dijo al aire.
De debajo de su cama salieron un par de autómatas metalizados con aspecto de divertidos cangrejos. En silencio, comenzaron a recoger y doblar su ropa, a hacer su cama, a guardar sus juguetes. A ordenar su cuarto.
Satisfecho, fue a prepararse.