Etiqueta: burocràcia

No estamos en el siglo XVIII

Si preguntamos por ahí, lo más probable es que nos digan que estamos en el siglo XXI. Pero parece que nuestras instituciones estatales y toda la función pública en su conjunto hayan quedado anclados muy lejos en el tiempo. No se trata de que todavía no conozcan internet, las redes sociales, los certificados digitales… es que, si apuramos, a duras penas conocen el fax.

Totalmente cierto. En la Administración de Justicia, por ejemplo, no admiten escritos enviados por fax si posteriormente no se acompaña el original (que pone exactamente lo mismo) con un viaje en persona al Juzgado. Del correo electrónico, mejor ni hablamos.

También existen costumbres tan anacrónicas como la notificación por edictos. Esto se hace cuando es difícil encontrar a una de las partes citadas; en ese caso, la resolución se notifica a dicha parte… poniéndola en la pared del Juzgado durante un tiempo. Así, colgar una resolución judicial en un panel de corcho equivale a notificarlo a todos los ciudadanos españoles. Como lo oyen ustedes.

O las fotocopias compulsadas. No basta con hacer una copia de algo y presentarlo ante la Administración. Un escriba de Palacio tiene que poner un sello para asegurarse de que ninguna brujería ha hecho que la fotocopia sea diferente del original.

"I'm sorry, are you from the past?" - Roy (The IT Crowd)

Los ejemplos son, por desgracia, casi inacabables. Pero donde la herida es más sangrante y dolorosa es en la más importante institución democrática: los partidos políticos.

Sufragio, sí. Universal, no tanto

Mientras se escriben estas líneas (16 de noviembre), casi un millón de personas se están dando cuenta de que no podrán ejercer su derecho a voto en las elecciones del próximo domingo.

El primer aviso nos llegó el 24 de octubre, a través de la eurodiputada pirata Amelia Andersdotter. Emilio había dirigido una petición al Parlamento Europeo:

“Soy nacional español. Resido en Alemania desde hace años, donde he ejercido regularmente mi derecho al voto en cuantas elecciones se han convocado en España.”

Ése mismo día, Emilio había recibido una carta en la que se le indicaba el nuevo proceso para participar en las elecciones del 20N.

“La carta informativa, enviada por correo postal ordinario (no certificado), ha llegado a mis manos el 24 de octubre, cuando una de las condiciones para solicitar el voto dice: “Remita la solicitud […] antes del 23 de octubre […]” Además tenemos que pagar el correo de nuestro propio bolsillo.”

Podría haberse tratado de un error puntual, pero los casos se han ido multiplicando.

Daniel nos cuenta:

“Llevo más de un año en Suecia y el sistema para votar era sencillo. Podías ir a la embajada a depositar la papeleta sin problemas, pero en las elecciones generales el proceso se ha complicado mucho:

1- Tienes que esperar una carta de la junta electoral en la que te piden que mandes un documento acreditativo (recibida).

2- Preparas la documentación y devuelves, firmada, la carta que te han enviado. Compra sobre y sello (hecho).

3- Tienes que esperar una segunda carta con las papeletas para votar, y devolverla otra vez con tu voto. Compra sobre y sello (¡Aún no he recibido nada!).”

Desde Boston:

“Aún no me ha llegado. Eso sí, la propaganda de PP y PSOE sí que llega.

¿Sabéis qué hacer? El consulado dice que no hay periodo de reclamación.”

El 16 de noviembre (hoy), es el último día para votar desde el extranjero. Nos llegan testimonios desde Sydney, Bruselas, Berlín, Roma, Washington DC, Nueva York… de residentes en el extranjero no han recibido las papeletas. No van a poder votar.

Los medios están empezando a hacerse eco del problema, señalando causas puntuales o un fenómeno generalizado. Pero si se confirma que cientos de miles de ciudadanos (más de los que habitan muchas provincias que sí elegirán a sus representantes) no pueden votar a pesar de haber cumplido rigurosamente con sus obligaciones como ciudadanos, habrá que exigir por vías legales que el derecho arrebatado sea devuelto.

El problema de fondo no es el 20N, si no un atraso tecnológico que deja en evidencia a quien ha estado gobernando en tiempos de bonanza y ahora intenta salvar los muebles (los suyos). Tener que pasar por un infierno burocrático, presencial y en papel (aquello de los egipcios) para ejercer el derecho más básico provoca carcajadas en nuestros compañeros extranjeros. A pesar de que algunos provienen de los paises que nuestros gobernantes consideran el tercer mundo, ellos votan electrónicamente.

Si la crisis continúa, como parece que va a continuar, los exiliados serán cada vez más. Visto así, parece una buena idea dejar votar sólo a los que están -presencialmente- sometidos al poder publicitario y mediático de los grandes partidos: la calle, la televisión y los periódicos. No es que el voto a distancia vaya a dar diputados piratas automáticamente, pero es evidente que Internet es una de las principales herramientas de información para los que viven fuera, y aquí algunos partidos de bajo presupuesto nos movemos con cierta soltura. Los grandes, en cambio, se conforman con que no los insulten mucho. Es lo que tiene el dar voz a la gente 😉

Si tenéis experiencias propias respecto a este problema, o habéis conseguido votar y nos queréis dar envidia, podéis compartir vuestro punto de vista en los comentarios del artículo o en las redes sociales.

PD: Emilio ha lanzado la campaña “Expatriados discriminados“, rogamos os apuntéis.

Pirates de Catalunya us ajuda a reclamar la devolució del cànon de la SGAE

Pirates de Catalunya anima a totes les empreses i administracions públiques, a reclamar el que és seu.

La sentència del Tribunal de Justícia de la Unió Europea del passat dijous 21 d’octubre de 2010 va dictaminar que l’aplicació indiscriminada del cànon digital a Espanya no és conforme al Dret Europeu. En la sentència del cas Traxtore diu que professionals, empreses i institucions públiques queden directament excloses del pagament del cànon i que poden reclamar els pagaments indeguts ja efectuats.

Creiem que tant les empreses com els ajuntaments tenen el deure moral, i les administracions públiques l’obligació legal, de reclamar els diners que, per delegació de la ciutadania, administren.

Sobre misèria burocràtica i participació democràtica

L’Anna ens envia aquest text, on es relata les traves burocràtiques vers al vot per correu.

Avui esmorzo, com cada matí, amb el live stream de RAC1 i escolto la pregunta del dia sobre la participació a les eleccions del dia 28 de novembre. Volem parlar de participació democràtica, doncs parlem-ne:

Em dic Anna, tinc 27 anys i el 2007 vaig arribar a Alemanya. El 2008 vaig mudar-me a Berlín, on actualment treballo i estudio.

Per tal de tramitar el vot a distància, havia prèviament d’inscriure’m al registre del consolat espanyol com a no-resident. Aquests tràmits vaig començar-los a principis d’octubre.

Fes possible que arribem al Parlament!

Cada dia és més aprop l’arribada de la nau pirata al Parlament, i per a això necessitem més gent que s’enroli a la llista electoral. Encarara hem de cobrir algunes places per arribar a bon port i la data límit és aquest diumenge.

Si voleu presentar-vos, només cal que empleneu el document de candidatura, i que hi adjunteu una una fotocòpia del DNI o passaport. Pots fer-nos-ho arribar el document a la trobada a Riereta el diumenge o, si no podeu, escriviu a partit@pirates.cat i us posarem en contacte amb algú a qui fer-li arribar.

Pirates de Catalunya: anteriorment coneguts com ‘Partit Pirata de Catalunya’

Aquesta setmana el Ministeri d’Interior ens ha de donar el vist-i-plau dels Estatuts i formalitzar la oficialització del partit. S’ha endarrerit una mica, doncs el Ministeri de l’Interior no permet que el nom de dos partits s’assembli fonèticament. És per això que hem hagut de decidir un altre nom, el qual ha estat votat per majoria a les llistes generals…

El Partit Pirata de Catalunya ara s’anomena Pirates de Catalunya, però mantenim les mateixes sigles, seguim essent PIRATA.CAT!! Ens podran treure el nom, però mai les conviccions!!!